El horario general del Centro abarca desde las 7:30 a las 18:00 horas y la hora de obligada permanencia del Profesorado en el Centro es de 14:00 a 15:00 horas.

Las guardias de recreo son efectuadas por los profesores tanto en el patio de Infantil como en el de Primaria atendiendo a la proporcionalidad que establece la normativa en cuanto al número de alumnos (Orden de 29 de febrero de 1.996 Art. 79). Los turnos de recreo se organizan trimestralmente por la Jefa de Estudios y se colocan en el tablón de anuncios de la sala de profesores. Son funciones de los profesores de guardia la vigilancia efectiva y responsable del recreo atendiendo a cualquier problema que pueda surgir entre el alumnado.

GUARDIAS DE COMEDOR

Estas guardias las realizan monitores contratados por la Empresa adjudicataria del Servicio de Comedor, en el número que estipula la Ley reguladora del funcionamiento de Comedores Escolares ( Orden de 24 de noviembre de 1.992 Art.13). Dichas guardias se llevarán a cabo desde las 14:00 horas hasta las 16:00 horas. Serán funciones del personal de guardia:

• Anunciar la entrada y salida al comedor.
• Vigilancia efectiva y responsable tanto del período de la comida como del anterior y posterior a la misma. Al aumentar considerablemente el número de alumnos/as de E. Infantil, y precisar éstos de una atención individual (servir, cortar y ayudar a comer), los monitores deberán prestar una atención especial a este alumnado.
• GUARDIAS DEL AULA MATINAL

Las guardias del aula matinal son realizadas por una monitora contratada por la empresa adjudicataria del Servicio de Comedor y llevadas a cabo desde las 7:30 hasta las 9:00 h. Será función suya la de vigilar efectiva y responsablemente a los niños/as hasta la hora de entrada a clase.

Los orígenes de nuestro Colegio y la razón de su nombre quedan recogidos en dos interesantes artículos publicados en nuestra Revista con motivo del 25 aniversario de nuestro Centro. El primero de ellos escrito por el que fuera Director de nuestro Colegio, D. Domingo Núñez, y el segundo escrito por el párroco de nuestra localidad D. Serapio Corchado. 

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 PEC (Proyecto Educativo de Centro):

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Situación geográfica

Viajando por la Carretera Nacional 630 (Gijón-Sevilla), y en dirección Sur, pondremos rumbo a Villafranca de los Barros, situada en la margen izquierda de la carretera. Esta ciudad se encuentra enclavada en el centro de la provincia de Badajoz (Extremadura-España), a 38º 34′ de latitud y 6º 20′ de longitud, en las proximidades de Almendralejo, también sobre la Vía de la Plata, constituyendo el segundo núcleo de la comarca en el corazón de la fértil llanura de la Comarca de Tierra de Barros.

 Villafranca de los Barros, nombrada recientemente como «Ciudad de la Música», ocupa el centro de una dilatada cuenca de fértil tierra arcillosa, cuenca que limitan formando semicírculo las cercanas sierras de Alange, Hornachos y Fuente del Maestre.

Linda su término municipal, por el Norte con los de Almendralejo y Alange, por el Sur con el de Los Santos de Maimona; por el Este con el de Ribera del Fresno y por el Oeste con el de Fuente del Maestre. Mediante carreteras comarcales accedemos a ciudades como Ribera del Fresno, Fuente del Maestre, Aceuchal y Paloma; y por ferrocarril con Llerena para Sevilla y con Mérida para Madrid. Nuestro municipio está bien comunicado con los principales puntos de la provincia. Por carretera dista aproximadamente 75 Km. de Badajoz y 42 Km. de Mérida. La superficie es de 105,7 Km., aproximadamente, ocupando el casco urbano una superficie aproximada de 2 Km. cuadrados.
Toda la zona está regada por riachuelos y arroyos de prolongado estiaje durante los meses de verano e incluso parte del otoño, llamados Pendelías, Valdequemao y las Guaridas, uno de los cuales, el de Valdequemao atraviesa la población de Sur a Norte; el de Pendelías, pasa por el Este lamiendo sus muros, juntándose los dos cerca de las últimas casas donde toman el nombre de Río Cagancha. El otro arroyo es el de la Guaridas, que atraviesa el término por su extremidad Este. Toda esta trama fluvial va a desembocar al Bonhabal, afluente del Matachel.

Villafranca de los Barros se encuentra enmarcada, climatológicamente hablando, dentro del tipo mediterráneo subtropical, suavizado por la proximidad del Atlántico e influido por el Continental, que predomina en toda la provincia de Badajoz, caracterizado por un invierno fresco y poco lluviosos, con temperaturas que oscilan entre 13.3º C y 65º C y un verano especialmente seco y caluroso, cuyas temperaturas van de 22.1º C a 40º C. Por otra parte tenemos un otoño apacible y muy prolongado y una primavera corta y destemplada. La media anual en cuanto a precipitaciones, que se registran mayormente durante el otoño y la primavera, es de 545,2 mm, produciéndose el 1% en verano y el 99% repartidas durante el resto del año.
El paisaje que encontramos es único; una llanura rojiza inmensa que se rompe allá por el horizonte en las sierras de Hornachos. Parece como si la retícula y ordenación de las viñas y olivos hubiese traspasado a la configuración del núcleo urbano con calles largas y anchas que se entrecruzan, animadas por jardines, paseos y plazas que invitan al descanso. Sorprenderá la extensión que ocupa el municipio que cuenta con una población de unos 12.600 habitantes.
Comprobadas las favorables condiciones topográficas y edafológicas de la zona para el aprovechamiento agrícola, hemos de señalar que actualmente los cultivos predominantes son la vid y el olivar; en segundo término, se encuentran los cereales.
El paisaje agrícola actual no debió corresponderse con el de época romana; en este período, el cultivo cerealístico debió de ser casi exclusivo, teniendo en cuenta que la mayor parte del viñedo actual corresponde a la actual centuria. El viajero que recale en Villafranca encontrará una ciudad dinámica, con dotación y equipamientos suficientes para satisfacer sus necesidades, una ciudad en expansión que quiere salvaguardar su anatomía y en la que no se sentirá como un extraño, porque esta ciudad posee además una distintiva cualidad que encontrará en las sencillas gentes de esta tierra; su hospitalidad.

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